Gulfport, Mississippi.- Un niño murió por la caída de un árbol sobre una casa rodante en Florida, luego de que lo que fuera la tormenta tropical Gordon tocara tierra al oeste de la frontera entre Alabama y Mississippi.
Los agentes respondieron a un aviso sobre un árbol caído en Pensacola y descubrieron el deceso del menor, del que no se revelaron ni su identidad ni su edad, dijo la policía del condado de Escambia en su página de Facebook. Por el momento no se reportaron más heridos.
Gordon, que tocó tierra alrededor de las 10:00 p.m. (11:00 p.m. hora Puerto Rico), se debilitó esta mañana y pasó a convertirse en depresión tropical, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
A las 8:00 p.m., hora Puerto Rico, el sistema bajó la velocidad de sus vientos a 35 millas por hora.
El informe meteorológico detalla que el sistema se encuentra en la latitud 32 grados norte y la longitud 89.9 grados oeste, a 25 millas de Jackson, Mississippi. Se mueve a 14 millas por hora y tiene una presión de 1,005 milibares.
Gordon llegó a fortalecerse mientras se acercaba a la costa central del Golfo de México, con vientos máximos sostenidos de 70 millas por hora. No llegó a alcanzar categoría de huracán, como se preveía.
Más de 27,000 clientes estaban sin electricidad el martes en la noche cuando Gordon comenzó a avanzar tierra adentro. Los apagones se produjeron en su mayoría en la costa de Alabama y en el extremo oriental del Panhandle de Florida, cerca de Pensacola, con unos pocos cientos de casos en el sureste de Mississippi. El número de afectados por los cortes aumentó rápidamente tras la caída de la noche y la llegada de Gordon.
Por otra parte, el Servicio Nacional de Meteorología emitió varias alertas por tornados en el sur de Alabama y en el Panhandle de Florida luego de que el radar indicó posibles fenómenos asociados con la tormenta. Por el momento no se reportaron daños.
Una de las zonas más afectadas hasta el momento fue el aeropuerto internacional de Pensacola, donde cayeron más de cuatro pulgadas de lluvia.
El cielo se tornó rápidamente gris cuando la tormenta se aproximó a la ciudad portuaria de Mobile. Había sillas de metal encadenadas sobre mesas en el exterior de un restaurante en lo que normalmente es una concurrida zona de ocio, y un músico callejero tocaba enuna acera vacía justo antes de que comenzara a llover.