Asunción, IP.- Con vista a la llegada del papa Francisco al país, te contamos una breve historia de las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con la República del Paraguay.
La relación de El Vaticano con Paraguay inicia en 1829. Desde ese año hasta 1936 tuvieron la representación pontificia en el país los delegados apostólicos de Brasil y el de Colombia.
A partir de 1840 Paraguay pasó a depender del delegado pontificio en Argentina.
Posteriormente, el 31 de diciembre de 1877 se restauró una relación cortada por los avatares de la Guerra de la Triple Alianza, la de la República del Paraguay y el Estado Pontificio de El Vaticano. Fue nombrado Ángel Di Pietro, como delegado apostólico y enviado extraordinario en Argentina, Uruguay y Paraguay.
Ya en 1884 se interrumpe nuevamente las relaciones diplomáticas, esta vez por alejamiento del nuncio en la Argentina.
En 1900 Antonio Sabatucci fue nombrado arzobispo titular de Antinoe y enviado extraordinario en el Paraguay pero no pudo entregar sus cartas credenciales.
El reinicio de las relaciones se da desde el 5 de enero de 1920 con el nombramiento de Alberto Vasallo como arzobispo titular de Emesa, internuncio apostólico. Luego entre los años 1926 y 1927 hubo una vacancia y ya en 1928 fue designado Felipe Cortesi como nuncio apostólico en Argentina y Paraguay.
Después de Cortesi se sucedieron 15 nuncios. En la actualidad el representante de El Vaticano ante el Gobierno de Paraguay es Eliseo Antonio Ariotti, quien llegó al país en el 2010.
El nuncio se ocupa de las cuestiones vinculadas al relacionamiento del Estado paraguayo con el Estado Vaticano, y se ocupa del decanato del Cuerpo Diplomático.