Voluntarias de Arovia destacan oportunidades para familias en situación de pobreza

    Asunción, IP.- Voluntarias del proyecto Arovia del programa Sembrando Oportunidades manifestaron su satisfacción al ver la transformación progresiva que viven las comunidades en las que el programa desarrolla acciones para erradicar la situación de extrema pobreza.

    Gabriela Paéz  y Graciela Montiel, trabajan desde marzo de este año con 150 familias del asentamiento 21 de setiembre en el distrito de Minga Guazu, Alto Paraná, donde las profesionales contribuyen al logro de los objetivos de Sembrando Oportunidades a través de acciones concretas.

    El trabajo consiste en la identificación de las prioridades y la organización de las respuestas de las instituciones publicas, contribuyendo así al dialogo fluido entre los beneficiarios y el Estado.

    Entre los logros alcanzados se destacan además del diagnostico participativo en la comunidad, la entrega regular de los kits de alimentos; una campaña de cedulación que benefició a más de 50 personas, la inclusión de 39 familias en situación de pobreza extrema al programa de protección social Tekoporâ.

    También y de manera prioritaria buscaron respuesta para cinco adultos mayores que estaban en situación de abandono y muy vulnerables.  Relatan las voluntarias que actualmente los abuelitos están recibiendo una ayuda social de la Municipalidad de Minga Guazú, pero la idea es que sean incorporados como beneficiarios de la pensión de adultos mayores.

    «La pobreza es una situación que se puede superar. Como voluntaria estoy siendo parte de este cambio en la comunidad» expresó Graciela Montiel. «Nuestro trabajo es acompañar a las familias a superar las dificultades, que todos tengan las oportunidades para desarrollar sus capacidades y ejercer sus derechos» agregó.

    Otro logro alcanzado por la comunidad es que 75 familias ya fueron adjudicadas con la construcción de  viviendas por  parte de la Senavitat. Además  30 familias recibieron plantines medicinales para iniciarse en la producción y venta de estos productos de gran demanda en el mercado local de Minga Guazú.

    Adicionalmente las voluntarias están gestionando la firma de un convenio de trabajo con la Universidad Nacional del Este (UNE) específicamente con la Facultad de Ingeniería Agronómica para canalizar con ellos diversos emprendimientos productivos que redunden en beneficio de la población de este asentamiento.

    La situación de jóvenes y adultos que luchan contra su adicción a las drogas o al alcohol está mejorando gracias también al trabajo articulado de la comunidad, las voluntarias de Arovia y la Fundación de Rehabilitación de Adictos del Paraguay (Frap).

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