Xi Jinping llega a Corea del Norte en medio de la disputa comercial con Trump

Pyongyang.- El presidente de China, Xi Jinping , llegó hoy a Corea del Norte en el inicio de una visita de Estado que busca reforzar la alianza bilateral, en momentos en que la aproximación de Kim Jong-un y Donald Trump parece diluirse.

El presidente chino viajó acompañado de su esposa y de su ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, además de otros altos funcionarios. La visita, que finalizará el viernes, es la primera de un presidente chino a Pyongyang desde 2005.

«Nuestro pueblo está orgulloso de tener un amigo próximo y digno de confianza como el pueblo chino», apuntó en un editorial el principal periódico de Corea del Norte, Rodong Sinmun. El mismo diario apuntó que la visita de Xi marca «una página nueva y duradera en la historia de la amistad» entre los dos países.

A la espera de la visita del mandatario chino las principales avenidas y plazas de la capital norcoreana fueron decoradas desde hace varios días con emblemas y banderas de los dos países. No es casualidad, el gigante asiático jugó un papel central en la Guerra de Corea (1950-1953) en defensa del gobierno de Kim Il Sung -abuelo del actual líder norcoreano- contra Estados Unidos.

Sin embargo, los primeros años de Kim en el poder no fueron fáciles para los diplomáticos chinos. Pekín se sumó a las sanciones internacionales para forzar a Pyongyang a abandonar su programa de armas nucleares, y las relaciones bilaterales se empañaron.

De todas formas, Xi y Kim se esforzaron personalmente en recomponer la relación, aunque el líder norcoreano esperó hasta 2018 para su primer viaje a China, los dos dirigentes se encontraron en cuatro oportunidades el año pasado.

Antes de desembarcar en Pyongyang, Xi escribió un artículo para celebrar la alianza del gigante chino con el pequeño vecino, texto que fue publicado por el principal diario norcoreano. La reaproximación parece haber sido impulsada, aunque sea en parte, por el acercamiento entre Corea del Norte y Estados Unidos.

Aunque ese acercamiento hizo pensar en un reacomodo de las lealtades, Pekín percibió que Corea del Norte precisaba de los chinos para poder hablar de igual a igual con los estadounidenses.

Un encuentro atravesado por la disputa comercial de China y EE.UU.

Aunque Trump prometió a Kim un fabuloso desarrollo económico caso Pyongyang renuncie a su programa nuclear, Xi espera recordarle el papel central de Pekín, que absorbe nada menos que el 90% del comercio exterior norcoreano.

De cualquier manera, la prensa extranjera acreditada en Pyongyang está vetada de la cobertura oficial de la visita, y no hay previsión de que los dos gobiernos emitan un comunicado conjunto al fin de la visita.

Para el gobierno norcoreano, la cumbre entre Kim y Xi «servirá para mostrar a Estados Unidos que tiene el apoyo de China y para decirles que deben detener su política de máxima presión», opinó dice Eul-chul, profesor de la Universidad de Kyungnam, en Corea del Sur.

El contexto es más favorable a Pekín, ya que la segunda reunión entre Kim y Trump, en febrero, terminó si acuerdos y las conversaciones entre los dos países siguen estancadas en lo que se refiere a la desnuclearización de la península coreana.

Estados Unidos insiste en que esa desnuclearización se torne realidad o al menos se ponga en marcha antes del levantamiento de las sanciones, una postura que Pyongyang rechaza de plano.

Como forma de mostrar su apoyo a su aliado, China -seguida por Rusia- bloqueó el martes en la ONU una iniciativa estadounidense para impedir las entregas de petróleo refinado a Corea del Norte. No obstante, Washington parece convencida de que Pyongyang recibe entregas ilegales de gasolina en alta mar, y ha superado su cuota asignada para 2019.

La cumbre del G20

El presidente chino tiene otra preocupación, que discutirá con su homólogo estadounidense cuando ambos se encuentren en la próxima semana en Japón en una cumbre del G20: la guerra comercial chino-estadounidense.

En la visión de Yongwook Ryu, un especialista en relaciones internacionales en la Universidad Nacional de Singapur, Xi cometería «un gran error» si intentara usar la carta norcoreana en sus conversaciones comerciales con Trump. «Si Xi puede presionar a Corea del Norte para alentarlo a desnuclearizarse (…) tal vez podría obtener a cambio de concesiones» por parte del presidente estadounidense, agregó el analista.

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