Ya inició el año de celebraciones al Premio Cervantes Roa Bastos

Asunción, IP.- Este domingo se iniciaron las celebraciones que se realizaran todo este año en conmemoración a los 100 años del nacimiento de Augusto Roa Bastos. La Plaza del Wold Trade Center fue el escenario donde artistas nacionales a través del canto, la danza, la poesía y el teatro empezaron a homenajear a nuestro Premio Cervantes.

Margarita Morselli directora del Cabildo dando apertura al evento, invitó a los presentes a celebrar la vida y el legado del más universal escritor paraguayo: “Estamos seguros de que este inicio, sencillo pero significativo, marcará un año de recordaciones, aprendizajes y logros en torno al autor de Yo el Supremo”.

También señaló que “surgido de una generación de mucho dolor, en la cual el desarraigo estuvo siempre presente, Roa se erige, sin embargo, en esa pluma que comparte desde la memoria y el aprendizaje; jamás desde el rencor”.

Foto: Gentileza El Cabildo
Foto: Gentileza El Cabildo

A su turno la actriz Margarita Irún ofreció un poema, para que luego, “Dulce tierra mía” empiece a escucharse en las voces de, Andrea Valobra, Diana Barboza, Lizza Bogado y La Dinastía Simón, quienes con arreglos de Sergio Cuquejo y la dirección musical del maestro Diego Sánchez, recorrieron las letras de la canción de Roa Bastos y música de Agustín Barboza, hasta llegar a la última parte, y con el entusiasta público, corearon el final: “A los cuatro vientos voy a gritar ¡Viva el Paraguay!”.

Luego acompañados en los pasos por el Ballet Mimbipá de Sussy Sacco, luego ofrecieron un compilado de  músicas francesas, hasta llegar a “La Marsellesa”, el himno a la libertad, que se impuso como himno nacional de Francia, como un homenaje a uno de los países que lo acogió durante su largo exilio, y que en 1987 le concedió la ciudadanía, que le había sido negada, cuando fue deportado y le retiraron el pasaporte paraguayo.

Como cierre al evento se lanzaron al cielo globos blancos en el WTC, impresos con un rostro de Roa Bastos, dibujado por Mario Casartelli, el acto se realizó en memoria del escritor, con un cielo encendido por fuegos artificiales como fondo. El “Año del Centenario de Augusto Roa Bastos” ha iniciado.

El Centro Cultural El Cabildo y la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) fueron las encargadas de la organización de apertura y en la oportunidad estuvieron presentes el ministro de Cultura, Fernando Griffith, Margarita Morselli directora del Cabildo, acompañados de Mirta y Carlos, hijos del escritor, como así también invitados especiales, autoridades nacionales y representantes del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país.

El supremo escritor de nuestro país y Premio Cervantes, nació el 13 de junio de 1917, por lo que desde este domingo 1 de enero dieron inicio a las celebraciones del “Año del Centenario de Augusto Roa Bastos”.

El Poder Legislativo, declaró el año 2017 “Año centenario del nacimiento de Augusto Roa Bastos” y creó la Comisión Nacional Conmemorativa que está integrada por la SNC, el Centro Cultural El Cabildo, la Municipalidad de Asunción, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC); el Ministerio de Relaciones Exteriores, Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL), la Fundación Augusto Roa Bastos, Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, entre otras instituciones.

La Comisión Nacional impulsa diversas actividades en el país y el exterior enalteciendo la figura y las obras del Premio Cervantes 1989, a partir del 1 de enero al 31 de diciembre del 2017; siendo la fecha cumbre, el 13 de junio, día de su nacimiento.

Augusto Roa Bastos

Foto: EFE.
Foto: EFE.

Nació en Asunción el 13 de junio de 1917. Fue novelista, cuentista y guionista paraguayo, considerado como el escritor más importante de nuestro país. Ganador del Premio Cervantes en 1989.

Cabe recordar que también sufrió las injusticias del dictador Alfredo Stroessner  al ser deportado al exilio el 30 de abril de 1982, sin ningún tipo de orden judicial.

Cuatro hombres vestidos de civil (policías) irrumpieron en su domicilio obligándolo a acompañarlos, siendo expulsado del Paraguay,  y abandonado a su suerte en la vecina ciudad de Clorinda, Argentina.

La policía manifestó desconocer absolutamente todo el asunto, y recién el día 2 de mayo de 1982 el Ministerio del Interior manifestó que “Roa Bastos era un bolchevique ultra-moscovita”. Recién retornaría al Paraguay en el año 1996, tras 14 años.

Sus obras, algunas traducidas a más de veinticinco idiomas, se caracterizas por el retrato de la cruda realidad del pueblo paraguayo, a través de la recuperación de la historia y la reivindicación de su carácter de nación bilingüe y la reflexión sobre el poder en todas sus manifestaciones, compuesta por las novelas Hijo de hombre de 1960, Yo el Supremo de 1974 y El Fiscal 1993, que conforman el núcleo de su obras principales.

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