Londres.-Enormes colas y escenas violentas se observaban este martes en surtidores de las estaciones de servicio de todo el territorio británico como consecuencia de la crisis de combustibles que ya entró en el quinto día, debido a la falta de choferes de camiones cisterna, situación que, presumen las autoridades, se agravará aún más.
Los problemas con el abastecimiento debido a la escasez de conductores del transporte de carga que provenían de la Unión Europea (UE) son atribuidos a la pandemia, pero se agravaron con el Brexit, ya que muchos trabajadores europeos decidieron abandonar el Reino Unido.
La situación está afectando también a las cadenas de suministro de diversos bienes y servicios, lo que ha dejado las estanterías de los supermercados vacías de algunos artículos y hace temer que haya escasez durante la Navidad.
El secretario de Transporte, Grant Shapps, intentó este martes transmitir algún viso de esperanza al indicar que hay «indicios tentativos» de que la crisis se calme, aunque admitió que ello «no se reflejará» en la situación actual.
«Ahora hay los primeros signos muy tentativos de estabilización en el almacenamiento de la explanada que aún no se reflejarán en las colas», dijo Shapps, y agregó: «Pero es la primera vez que vemos más gasolina en las estaciones de servicio».
Mientras tanto, en lo que en el Reino Unido se llama «compras por pánico», hubo este martes enfrentamientos y peleas entre automovilistas en las estaciones de servicio de todo el país, de las que se estima nueve de cada diez distribuidoras ya no tienen combustible.
En Welling, al sureste de Londres, un hombre sacó un cuchillo para atacar a otro mientras esperaba dentro del automóvil en una larga fila para cargar combustible, una escena que terminó con el atacante arriba del capó tras ser empujado por el automovilista agredido.
También en una estación de servicio Esso, en la localidad de Sidlesham, cerca de Chichester en West Sussex, al sur de Inglaterra, dos grupos de hombres se enfrentaron violentamente durante la espera, según consignaron algunos medios locales.
Mientras tanto, el Gobierno es acusado de no hacer lo suficiente para aliviar la situación y de descartar hasta la posibilidad de que sea el ejército el que brinde ayuda, al menos para cumplir con el abastecimiento de los servicios esenciales como las ambulancias, los automóviles de los médicos y de los docentes.
En ese sentido, hasta la Asociación Médica Británica (BMA) está pidiendo que se dé prioridad al personal sanitario y a los trabajadores esenciales para acceder al combustible, que han estado haciendo colas durante horas para llenar sus tanques.
Para paliar la crisis el Gobierno anunció que otorgará 10.500 visas a choferes y trabajadores de camiones en el extranjero, a quienes se les permitirá trabajar en el Reino Unido hasta la víspera de Navidad.
Esta medida supone un cambio radical en la política del primer ministro, que endureció las reglas de inmigración tras la salida del país de la UE y reiteró la necesidad de acabar con la dependencia de la mano de obra del exterior.
Sin embargo, es poco probable que los choferes de la UE regresen con visas temporales, ya que los sindicatos europeos han mencionado la forma en que fueron tratados la Navidad pasada, los malos salarios y la falta de servicios básicos para el sector en el Reino Unido.
Olaf Scholz, el hombre que aspira a reemplazar a la canciller alemana Angela Merkel, dijo que la libre circulación de trabajadores era un beneficio de la UE que el Reino Unido había decidido dejar atrás y que la escasez de camioneros que afecta al Reino Unido es una consecuencia del Brexit y los bajos salarios.
«Trabajamos muy duro para convencer a los británicos de que no abandonaran la Unión Europea. Ahora decidieron diferente y espero que manejen los problemas que surgen de eso», afirmó Scholz.
Para Daniel Ozarow, profesor titular de Gestión de Recursos Humanos en la Universidad de Middlesex de Londres y concejal del Partido Laborista del distrito de Hertsmere, ubicado en las afueras de la capital británica, que los conductores europeos hayan regresado a sus países en los últimos dos años, representa «un terrible fracaso del Gobierno conservador», por no haber planificado con antelación para evitar este caos ya que tuvieron tiempo para hacerlo desde la votación del referendo en 2016.
«Los cierres de estaciones de servicio, a esta escala son muy frecuentes en el Reino Unido. De hecho, la última vez que ocurrió esto durante una huelga de camioneros fue en 2001. Estar experimentando carreteras atascadas mientras los ciudadanos desesperados hacen cola para conseguir nafta y la consiguiente escasez de alimentos y problemas de distribución en el siglo XXI es vergonzoso», expresó el catedrático en diálogo con Télam.
«Se supone que somos uno de los países más ricos del mundo, pero muchas personas, especialmente las más vulnerables, están sufriendo de verdad», advirtió.
Según Ozarow, la situación podría haberse evitado si se hubiera incluido a los choferes de vehículos pesados en la lista de ocupaciones con escasez del Gobierno de aquellos que pueden optar a un visado de trabajador cualificado para atraer a los conductores de la UE y del extranjero de vuelta aquí.
Sostuvo también que incluso se podría haber subvencionado los sueldos de esta profesión tan crítica para atraer a los camioneros, o haber trabajado más para conseguir que los choferes de los camiones británicos ya jubilados, que vuelvan.
«Pero la respuesta política actual del Gobierno de pedir a los choferes de camiones extranjeros y europeos que vuelvan al Reino Unido con visados de emergencia después de haberlos echado efectivamente hace nueve meses, y luego como regalo de Navidad el 24 de diciembre de 2021, echarlos de nuevo es insultante y desesperada. No es de extrañar que los sindicatos de camioneros europeos prevean que sus miembros no querrán ser utilizados de esta manera», concluyó el concejal laborista.Télam.