Madrid.-El Gobierno de España dará hoy luz verde a una subida de 15 euros para el salario mínimo interprofesional, que quedará fijado en 965 euros mensuales.
La suba de da tras un acuerdo con los sindicatos CC.OO. y UGT que, sin embargo, ha marcado un antes y un después en la relación del Gobierno con los representantes empresariales.
Si se suma la que se aplicará este año, el salario mínimo habrá subido un 30% en los últimos tres años y llega en un momento en que las dudas sobre la recuperación están más presentes que nunca, después de que el INE desvelara la semana pasada que el esperado rebote de la economía española en el segundo trimestre no fue del 2,8%, sino un tímido 1,1%.
Precisamente las nieblas que rodean el camino a los niveles prepandemia del PIB habían sido los argumentos de la CEOE y Cepyme para descolgarse del acuerdo. Los empresarios aseguran que no es el momento de elevar el salario mínimo dado que la economía española se encuentra tan solo en los inicios de la recuperación y la creación de empleo podría verse dañada. Ahora denuncian que la decisión tendrá efectos negativos en el empleo, pues se ha basado en un diagnóstico erróneo de la realidad económica, según fuentes empresariales consultadas por este diario.
Las mismas que recuerdan que tradicionalmente se han tenido en cuenta cuatro variables para justificar la subida del salario mínimo: la evolución del PIB, los salarios, la inflación y productividad. Parámetros que actualmente no dibujarían un escenario acorde con la subida que aprueba hoy el Gobierno. Cabe recordar que el Banco de España ha alertado en varias ocasiones sobre los efectos de una subida tan pronunciada del salario mínimo y de hecho ya estimó que la subida del 22% en 2019 pudo costar a la economía española entre 83.000 y 180.000 puestos de trabajo, por un menor crecimiento de la ocupación, siendo los jóvenes el colectivo más afectado.
Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a defender ayer su hoja de ruta: «Con esta subida lo que hacemos es seguir la senda para que en 2023 podamos contar con un SMI del 60% del salario medio, como fija la Carta Social Europea», destacó durante unas jornadas sobre el futuro del trabajo celebradas en el Centro Botín de Santander recogidas por Ep.
El nuevo alza del salario llega, además, tras unas duras negociaciones en las que también los sindicatos han cedido mucho terreno en pos del acuerdo. Los 15 euros en que subirá el SMI desde el 1 de septiembre están dentro de la horquilla de las recomendaciones del comité de expertos que analizó la senda por la que debería transitar esta renta mínima para cumplir con el compromiso del Ejecutivo de llevarla hasta el 60% del salario medio en 2023. Pero están también muy distantes de las exigencias iniciales de los representantes de los trabajadores, que reclamaban una subida de 25 euros y el compromiso de una senda detallada hasta los 1.000 euros. La senda no fue finalmente plasmada en el documento del acuerdo, pero sí que se estipuló que el salario mínimo sería objeto de una «progresiva revisión» en 2022 y 2023, por las exigencias de los sindicatos que prometen reavivarse pronto.
El nuevo incremento, que llegó a generar importantes tensiones en el Gobierno de coalición, supondrá la inmediata subida de la cotización de los autónomos de entre 3 y 12 euros, crecimiento que llevará la base mínima hasta 290 euros y la de los autónomos societarios en 366 euros. Un nuevo ajuste para el bolsillo de un colectivo muy machacado por la pandemia que también está soportando un alza del precio de la luz superior en un 200% respecto a 2020, carburantes un 25% más caros, la inflación más elevada en diez años y el hecho de que las ayudas prometidas de 7.000 millones de euros nunca llegarán al 90% de los autónomos por la leoninas exigencias para recibirlos.
Pero no solo los autónomos se verán afectados por el nuevo alza, colectivos como trabajadores con poca cualificación, empleadas del hogar y trabajadores del campo también lo harán. Todos ellos tienen como referencia en sus retribuciones el salario mínimo y sus empleadores deberán acometer un alza que no queda solo en 15 euros más, también aumentará las cotizaciones que se pagan a la Seguridad Social y, por tanto, el coste del trabajo en un momento en el que la economía está en una senda de incipiente recuperación.
La idea del Gobierno también es dar hoy el visto bueno a la prórroga de los ERTE tras una negociación intensa que ha generado incertidumbre entre los trabajadores que aún siguen bajo este paraguas y entre las empresas, teniendo en cuenta que el jueves decae la última prórroga.
Las negociaciones para ampliar esta fórmula más allá del 30 de septiembre han provocado un nuevo choque entre los ministros de Trabajo y Seguridad Social, Yolanda Díaz y José Luis Escrivá, y de este último con empresarios y sindicatos. El pasado viernes, el segundo plantón consecutivo de los responsables de la Seguridad Social a la mesa de negociación que ha negociado la nueva ampliación provocó la indignación de las empresas. En un inusual comunicado la organización empresarial llegó a acusar al ministro de «falta de respeto a los interlocutores sociales, a las 84.000 empresas y a los más de 250.000 trabajadores que aún se encuentran en ERTE en estos momentos».ABC, es.