Asunción, Agencia IP.- El director de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud, Guillermo Sequera, informó que la enfermedad «viruela del mono», actualmente con casos registrados fuera de su zona endémica, se trata de una enfermedad que en la gran mayoría de los casos se cura sola.
En la última semana se emitió una alerta ante la aparición de casos en Reino Unido, España, Portugal y Estados Unidos, por lo que está investigando la aparición de casos fuera de la zona endémica, África Central.
El Dr. Sequera explicó que este tipo de viruela es relativamente con menor tasa de letalidad que la viruela conocida. Sin embargo, provoca síntomas que generan malestar en los infectados, como sarpullidos, vesículas y lesiones pustulosas que generan dolor e inflamación de ganglios.
La alerta emitida por organismos internacionales corresponde al registro de casos fuera de su zona endémica y en pacientes que no han visitado países de África, dado que no se registran mutaciones del virus.
La vacunación contra la viruela ha demostrado ser útil para proteger contra la viruela del mono. Los casos reportados se están viendo en personas que no fueron inmunizadas con la antivariólica o que nacieron luego de finalizar la vacunación contra la viruela cuando fue erradicada en diciembre de 1979.
Síntomas y transmisión
La viruela del mono produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves: fiebre superior a 38,5 grados; intenso dolor en la cabeza, articulaciones, musculares y en la espalda; inflamación de los ganglios linfáticos; y una característica erupción cutánea con ampollas que evolucionan hasta convertirse en pústulas que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales.
La viruela símica suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 14 a 21 días. Los casos graves son muy raros.
La transmisión es por contacto estrecho y respiratorio. Por exposición a gotitas a través de gotitas grandes exhaladas y por contacto con lesiones cutáneas infectadas o materiales contaminados estrechos (intercambio de fluidos).