Nueva York.-La crisis climática causada por la actividad humana abrió las «puertas del infierno», dijo hoy el secretario general de la ONU, António Guterres, al inaugurar una cumbre sobre cambio climático al margen de la reunión de gobernantes en la Asamblea General del organismo.
Ante líderes de solo poco más de 30 países invitados al encuentro en reconocimiento a sus esfuerzos para combatir el cambio climático, Guterres advirtió que si no hay cambios, la humanidad se dirige hacia un «mundo peligroso e inestable».
Sequías, inundaciones, temperaturas sofocantes, incendios históricos, «la humanidad ha abierto las puertas del infierno», como demostraron «los horribles efectos del horrible calor», dijo Guterres en la reunión en la sede de la ONU en Nueva York.
China y Estados Unidos, los dos países más contaminantes del planeta, no fueron invitados al evento, llamado Cumbre de Ambición Climática.
«La acción por el clima se ve empequeñecida por la magnitud del reto» por lo que si no cambia nada, el planeta se dirige hacia un aumento de la temperatura de 2,8 ºC, advirtió el secretario general de la ONU.
Pero el futuro «no está decidido, les corresponde escribirlo a líderes como ustedes», espetó Guterres en la cumbre, que se realizó al margen del Debate General de la 78° Asamblea General de Naciones Unidas.
El diplomático agregó que creía que aún se estaba a tiempo de cumplir con la meta del Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC de aquí a fines de siglo respecto de la era anterior a la Revolución Industrial del silgo XIX.
«Debemos recuperar el tiempo perdido a causa de la lentitud, las presiones y la avaricia de los intereses atrincherados que ganan miles de millones con los combustibles fósiles», agregó, ante los líderes y representantes de la sociedad civil, de ONG y del sector privado.
Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Egipto -presidente de la cumbre sobre clima de la ONU COP 27 realizada el 2022-, Alemania, la Unión Europea y Dinamarca, fueron algunos de los países o bloques invitados a la cumbre.
La ONU dijo en un comunicado que la reunión representa un hito político fundamental para demostrar que existe una voluntad global colectiva de acelerar el ritmo y la escala de una transición justa hacia una economía global más equitativa basada en energías renovables y resiliente al clima.
Para ello, se propone un Pacto de Solidaridad Climática para que los principales emisores de gases causantes del calentamiento global, que son los que más se benefician de los combustibles fósiles, reduzcan las emisiones, y apoyen las economías emergentes para que lo hagan.
En su Agenda de Aceleración, que exige «justicia climática», la ONU pide a los gobiernos que aceleren el ritmo para que los países desarrollados lleguen a cero emisiones netas lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, recordó.
«Muchas de las naciones más pobres tienen todo el derecho a estar enfadadas», porque son los que «más sufren las consecuencias de una crisis climática que ellos no han provocado», porque no recibieron la financiación prometida y porque sus costes de endeudamiento «están por las nubes», dijo Guterres, informó la agencia de noticias AFP.
Los países desarrollados deben cumplir el compromiso de aportar 100.000 millones de dólares para ayudar a los países del Sur Global, reponer el Fondo Verde para el Clima y duplicar la financiación para la adaptación, y todo el mundo debe estar cubierto por un sistema de alerta temprana para 2027, como se decidió el año pasado, urgió.
«Una cumbre no cambiará el mundo, pero hoy puede ser un momento poderoso para generar impulso», dijo el secretario general de la ONU.Télam.