Asunción, Agencia IP.- Después de meses de sequía que afectaron la cuenca del río Pilcomayo, un rayo de esperanza emerge con el ingreso de las aguas provenientes de la cuenca alta en territorio boliviano. En este contexto, diversas instituciones que conforman la Comisión Nacional del Río Pilcomayo (CNRP) han trabajado arduamente para hacer frente a la crisis hídrica.
Durante semanas, se realizaron reuniones de trabajo en las que se revisaron detalladamente los documentos técnicos aprobados por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). Estos documentos sirvieron como guía para los trabajos planificados en la cuenca, abarcando desde el mantenimiento de canales hasta la limpieza de restos vegetales y sedimentos en los paleo de cauces.
La buena noticia se materializó esta semana con la entrada de las aguas desde la cuenca alta al territorio paraguayo, específicamente desde la embocadura del río Pilcomayo. Con un nivel y caudal adecuados, el agua fluye con normalidad hacia la cuenca baja en nuestro país. Se estima que este flujo alcanzará la zona de General Díaz en aproximadamente una semana.
Este cambio en las condiciones hidrológicas no solo alivia la sequía que ha afectado la región durante tantos meses, sino que también se espera que traiga beneficios sustanciales para las comunidades locales y la biodiversidad. Las aguas revitalizadoras del Pilcomayo son un bálsamo para la tierra sedienta y prometen restaurar la vida en la cuenca.
La coordinación entre las instituciones de la CNRP, el respaldo técnico del Mades y los trabajos de mantenimiento realizados han sido clave para este acontecimiento positivo. La naturaleza del río Pilcomayo, con sus ciclos naturales, recuerda la importancia de la gestión sostenible y la colaboración interinstitucional para preservar nuestros recursos hídricos y garantizar el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.