Asunción, Agencia IP.- La Fundación sin fines de lucro Dequení, que trabaja hace 39 años en proyectos en favor de la niñez y adolescencia, invita a la corrida solidaria del domingo 23 de junio en la costanera de Asunción. Están invitados a participar, empresas y organizaciones, equipos, clubes de running, corredores individuales y niños.
Las inscripciones están abiertas hasta el 17 de junio, en la web de la fundación. Los padres o tutores, pueden inscribir a niños y adolescentes, de 6 a 15 años, a un costo diferencial. Los niños y adolescentes no compiten, solo participan, y todos recibirán medallas.
Los niños de 6 y 7 años correrán 200 metros; los de 8 y 9 años correrán 400 metros; los de 10 a 12 años correrán 600 metros y los adolescentes de 13 a 15 años correrán un kilómetro. La convocatoria general es a las 07:00 horas. Las salidas de niños y adolescentes serán a las 08:30 horas por categorías.
La dirección técnica de la corrida está a cargo de “En sus marcas”, una organización especializada en este tipo de eventos, garantizando cobertura de seguridad, hidratación y atención médica.
La corrida tradicional tiene por objeto recaudar fondos para alrededor de 7000 niños y adolescentes beneficiarios de los proyectos de Dequení. Algunos de estos proyectos son, Alfombra Viajera: para niños de 1 a 4 años que son visitados en sus hogares en asentamientos urbanos, para despertar su interés y creatividad en aprender, con estrategias lúdicas.
Otros proyecto son: “Ludolecto aprender jugando”, capacitación en la enseñanza de Lecto-escritura. Así, en la escuela los niños de 5 a 14 años aprenden jugando y para toda la vida; y “Emprender mi vida joven”, que propicia actividades para el desarrollo personal y social de adolescentes de 15 a 17 años y sus habilidades para el mundo del trabajo.
Algunos beneficiarios de “Alfombrita Viajera”

Mathías (1 año) es de la comunidad San Cayetano de Luque y este es su primer año participando de la Alfombrita Viajera. La parvularia Ceci de Dequení visita su casa cada semana, llevándole estimulación oportuna y enseñándole también a su mamá sobre cómo realizar este acompañamiento en su proceso de aprendizaje.
Al principio a Daniela, su mamá, le costaba mucho pasar tiempo de calidad junto a su hijo porque trabajaba fuera de casa y al llegar compartía poco tiempo con sus seres queridos. El proyecto la ayudó a comprender la importancia de la estimulación oportuna en los primeros años de Mathi, preparándolo para la escuela.
En los primeros encuentros de la Alfombrita Viajera, Mathi se distraía fácilmente y no seguía las rutinas, pero actualmente, él ya espera con entusiasmo la llegada de la parvularia, la recibe en el portón con una gran sonrisa, baila, canta y realiza todas las dinámicas. Paso a paso Mathi también está logrando el desapego, comparte sus juguetes con otros niños y ya sabe lavarse las manos solo.
“Ahora sé que significa la estimulación oportuna para mi hijo porque anteriormente no tenía conocimiento de eso y es importante para él porque ya va a tener una base cuando ingrese a la escuela”, comenta su mamá. “Mi mayor sueño para Mathi es que él crezca siendo un niño feliz y sano en todos los aspectos de su vida”.
Emprender mi vida Joven: “Aprendí a expresarme mejor, descubrir nuevas cosas de mí mismo”

Ángel es uno de los tantos estudiantes que a su corta edad tuvo que dejar el colegio para poder trabajar a tiempo completo y solventar sus gastos. Aprendió muchos oficios, pero le fue muy difícil regresar al colegio; a pesar de todas las dificultades que encontró, especialmente las necesidades económicas, tomó la decisión de retomar sus estudios. Ángel considera que haber dejado el colegio fue una decisión de la cual se arrepiente, pero está poniendo todo de su parte para invertir el máximo de su tiempo en el estudio y recuperar ese tiempo que perdió.
Ángel, 2° curso; (18) es un adolescente participante del proyecto “Emprender Mi Vida Joven” del colegio Manuel Antonio Enciso de Ypané. Destaca además que los jóvenes actualmente tienen muchos desafíos que atravesar, uno de ellos son los prejuicios que tiene la sociedad acerca de ellos.
“Yo pienso que no debemos tener miedo a equivocarnos y siempre debemos estar dispuestos a aprender de todo lo que nos pasa”, expresa Ángel.
Antes de que «Emprender…» llegara a su colegio, Ángel era un adolescente tímido que siempre permanecía alejado de sus compañeros, no participaba mucho en clases y se sentía incómodo cuando los profesores le hacían preguntas. En los encuentros que tuvieron con los animadores de Dequení, poco a poco empezó a abrirse y fue perdiendo el miedo a expresarse.
“Aprendí a expresarme mejor, a descubrir nuevas cualidades de mí mismo y a ayudar a los demás, en especial a mis compañeros que tampoco tenían facilidad para expresarse porque yo sabía por lo que estaban pasando”, destaca Ángel.
Beneficiario de Ludolecto

Juan Ángel, tiene 8 años y ya pasó al tercer grado, sus materias favoritas son comunicación historia y matemática. A comienzos de año le costaba mucho el dictado, comprender lo que estaba escribiendo y leer fluidamente, pero con la ayuda de su profe y el apoyo de la promotora educativa de Dequení, culminó el año lectivo con muy buenas notas.
Este año el proyecto Ludolecto llegó a su escuela y significó un gran cambio para la comunidad educativa, ya que Dequení acompañó la labor docente para el fortalecimiento de la lectoescritura. “Ludolecto para mí significa, leo, pienso y escribo y cuando escuché del proyecto, me pareció una oportunidad brillante porque estábamos necesitando este apoyo y ahora puedo notar como los niños están llegando a buenos resultados”, refiere la profe Adriana.
Juan Ángel es un niño muy inteligente, pero le costaba concentrarse en clase, seguir el dictado y leer fluidamente. Su profe fue probando técnicas de enseñanza para captar su atención y lograr que el dictado y la lectura sean parte de una rutina más dinámica. En cada clase leían juntos párrafo por párrafo y así lograban familiarizarse también con las palabras.
Hace 39 años
Dequení nació en 1985 y su nombre está inspirada en la frase “Dejad que los niños vengan a mí del evangelio de Marcos 10, 14. Están en a 5 distritos del departamento Central del país: Fernando de la Mora, Luque, San Antonio, Ypané y Asunción.