Lula da Silva volvió a visitar el sur de Brasil, aún devastado por las inundaciones

Brasilia.-El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva visitó algunas de las zonas devastadas por las inundaciones en el estado de Rio de Grande do Sul, que sigue en una situación caótica, cinco semanas después de unas intensas lluvias.

Lula dejó un mensaje de esperanza y reclamó por la “burocracia” que impide una celeridad mayor en la asistencia frente a “un aviso de la naturaleza” y “la violencia del cambio climático”, que en ese estado ha dejado 172 muertos y una enorme destrucción desde inicios de mayo pasado.

El mandatario se trasladó al sur brasileño por cuarta vez desde el inicio de las lluvias y visitó Cruzeiro do Sul, una de las ciudades más castigadas por el fenómeno, donde la mitad de sus 13.000 habitantes aún no ha podido regresar a sus hogares. En el barrio Passo de Estrela, muchos no lo harán nunca, ya que 600 de las 850 residencias que había en esa zona fueron totalmente destruidas por las aguas.

El jefe de Estado conversó con muchas de las personas afectadas en medio de los escombros, intentó transmitir esperanza, les garantizó que “no están solos” y aseguró que el Gobierno trabaja “arduamente” en un plan de reconstrucción de viviendas e infraestructuras.

No obstante, explicó que “la reconstrucción será hecha de forma responsable” y que las nuevas residencias serán construidas en zonas distantes de los ríos que se desbordaron y agravaron el desastre.

“La naturaleza ha dado un aviso y tenemos que reconstruir, pero en zonas más seguras, para que este evento no se repita”, dijo.

El Gobierno ya ha destinado cerca de 70.000 millones de reales (unos 13.500 millones de dólares) para atender la emergencia, entre ayudas directas, créditos facilitados y otras formas de asistencia financiera.

Lula también anunció este jueves nuevas medidas financieras para apoyar a los empleados de empresas que todavía no han podido recuperar sus operaciones en Rio de Grande do Sul, siempre y cuando sean mantenidos los empleos. Afirmó que el Gobierno asumirá el pago, durante dos meses, de un salario mínimo de 1.412 reales (271 dólares) a 434.000 de estos trabajadores.

Según los últimos datos oficiales, los temporales han dejado al menos 172 muertos y 41 desaparecidos, y han afectado al 80 % de los municipios de todo el estado de Rio Grande do Sul. Hasta este jueves, había un total de 572.780 desalojados, de los cuales 30.442 permanecían en refugios montados por las autoridades.

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