Nueva York.-El largo e intenso mandato de Luis Almagro al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) comienza a transitar, desde este miércoles 26 de junio, su tramo final con la apertura de la que será su última Asamblea General como máxima autoridad en Asunción, Paraguay.
El diplomático uruguayo asumió en mayo de 2015 y, cuando en 2025 deje el poder, habrá sumado diez años luchando contra zancadillas de todo tipo y con la consolidación en el continente de dos dictaduras: Venezuela y Nicaragua, además de Cuba.
Durante esta década, Almagro fue uno de los más críticos del régimen asesino de Nicolás Maduro. No dejó pasar oportunidad para alzar la voz y denunciar las torturas, la violación sistemática de los derechos humanos, las detenciones políticas y los fraudes electorales del chavismo. Todos estos años luchó por comicios libres en Venezuela, situación que podría suceder el 28 de julio, cuando -luego de mil y una trabas- finalmente un candidato de la oposición -Edmundo González- parecería encaminarse a competir con algún grado de libertad, aunque siempre es de esperar una trampa de último minuto de Miraflores.
En esta 54 Asamblea General de la OEA todas las luces se depositarán sobre el diplomático uruguayo que posiblemente continúe su vida en Washington una vez terminado su mandato en mayo próximo. Bajo el lema “Integración y seguridad para el desarrollo sostenible de la región”, Almagro comandará la apertura de las sesiones de las delegaciones del Diálogo Permanente acompañado del canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano. Esas delegaciones están compuestas por observadores internacionales de todo el mundo: España, Italia, Francia, Vaticano, Serbia, Unión Europea, China, Suiza, Alemania, Holanda, Bélgica, Turquía, Reino Unido y Japón. Israel y Ucrania, completarán el cuadro.
El cierre de esta sesión otra vez recaerá en Ramírez Lezcano. Para muchos líderes de la región será importante comenzar a frecuentar a este hombre. El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay es una persona de máxima confianza del presidente Santiago Peña. A tal punto que es probable que sea propuesto por el mandatario paraguayo para cubrir el lugar de Almagro en el próximo período durante esta Asamblea General. El miércoles, cuando Peña reciba a todas las delegaciones, podría darse el anuncio.
Quienes conocen al presidente paraguayo de cerca saben que suele moverse con rapidez. A tal punto que la candidatura de Ramírez Lezcano para ser el próximo Secretario General de la OEA ya habría sido avisada al presidente brasileño Lula da Silva, quien dio su absoluto apoyo. El brasileño también quiere darle un impulso al candidato durante estos días para que llegue a las elecciones en marzo de 2025 con el respaldo suficiente. Cree que es la persona adecuada para conducir ese organismo y revitalizarlo con nuevas propuestas y algún grado de modernización institucional.
Ramírez Lezcano, dicen cerca suyo, está muy entusiasmado con esta posibilidad y ya se está moviendo para concretarla. Inició conversaciones con México y Colombia, que apoyarían su liderazgo continental. Panamá también estaría de acuerdo: en su momento, el paraguayo ayudó al país centroamericano en la financiación para la ampliación del canal bioceánico.
Sumados a Paraguay y Brasil, cuenta con apoyos de peso para ser un candidato sólido. Sobre todo de los países caribeños, claves en este tipo de comicios: “Entiende como pocos la coyuntura y realidades de los países pequeños”, dicen expertos de esas islas, un plus en las relaciones que le facilitaría ese apoyo fundamental en marzo. La incógnita es qué posición tomará Estados Unidos. La Casa Blanca quizás cambie de color en noviembre y creen que cualquier cosa puede pasar.
El canciller paraguayo tiene una larga experiencia en diplomacia. Fue dos veces ministro de Relaciones Exteriores de su país: la primera bajo la presidencia de Nicanor Duarte Frutos. La segunda actualmente, con Peña. En la región ocupó diversos cargos, pero alrededor suyo destacan su trabajo en la Corporación Andina de Fomento (CAF), conocida hoy como Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe. En la OEA también tuvo experiencia participando de procesos electorales en Brasil y en Perú.
Quienes conocen de cerca el pensamiento de Ramírez Lezcano dicen que buscaría “una modernización de la OEA” para que pase a ser “un factor de diálogo en la región”. El canciller cree que debe aprovecharse que el continente no sufre ningún “conflicto soberano armado” y que es “la más pacífica del mundo y que necesita abordar algunas cuestiones claves” que el organismo no está debatiendo como debería en el presente. Lo que más preocupa al funcionario paraguayo es el tema de la seguridad y el crimen organizado transnacional, como el tráfico de drogas. Cree que debe aumentarse el diálogo entre los presidentes para poder coordinar de otra forma el combate a estos delitos.
El que propone, de concretarse su candidatura, sería un cambio profundo de la organización. ¿Podría modificarse la Carta de la OEA? Quizás deban trabajar en alguna alternativa, confiaron a Infobae. “Todo es muy reciente”.
La palabra “diálogo” sería una de las marcas de su secretariado. Resaltan en ese aspecto lo que consideran un logro: la reapertura de la embajada de Paraguay en Caracas “no como un apoyo a Maduro” sino como una instancia de acercamiento, de contar con mecanismos de facilitación del diálogo entre la oposición y la dictadura.
Otro valor que destacan es el excelente vínculo que posee la nación latinoamericana con Israel país con el cual Paraguay se solidarizó de forma total a partir de los ataques terroristas ejecutados por Hamas el pasado 7 de octubre. Su posición respecto al conflicto es inequívoca, al igual que en Ucrania.
En ese concepto de diálogo permanente es que se enmarca su actual actividad como canciller. Paraguay es el único país de Sudamérica que reconoce a Taiwán y tiene relaciones diplomáticas con la isla. Eso le ha traído dolores de cabeza y presiones por parte del régimen de Xi Jinping que a lo largo de los años el país ha esquivado.
Peña, de hecho, el 19 de mayo último sumó más de 30 horas de vuelo para participar de la asunción de William Lai como presidente taiwanés. Fue acompañado por su canciller. Este vínculo de relevancia geopolítica le permite a Paraguay ser un importante intercolutor en el Indo-Pacífico, algo que se valora tanto en Japón y Corea del Sur como en Washington.
“China no tiene voto en la OEA, pero tiene influencia en varios países”, evalúan cerca del organismo. ¿Trabajará Beijing para evitar que el próximo secretario general sea alguien amigo de Taipei? Por ahora no representa una preocupación, aunque no lo descartan.Infobae.