Asunción, Agencia IP.- Con el lema «Cultivar, nutrir y preservar juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro» este 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, por ello la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) invita a la ciudadanía a reflexionar sobre la premisa que todos somos parte de un proceso alimentario que requiere transformarse en dietas asequibles y saludables.
Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación y este año coincide con el septuagésimo quinto aniversario de la Organización con la que socializa el informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo con especial enfoque en el Paraguay.
El representante de la FAO en Paraguay, Jorge Meza, afirmó que todos participamos del sistema alimentario de una manera consiente o inconsciente y a la vez todos somos responsables de lo que se produce en el campo y de aquello consumimos o desperdiciamos.
Refirió que anualmente la FAO socializa el informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo, y este año el mismo tiene el foco en la transformación de los sistemas alimentarios para que promuevan dietas asequibles y saludables.
Así también dijo que en el informe se demuestra la importancia que tiene la agricultura familiar en la provisión de alimentos, sobre todo en este periodo de pandemia, en la cual ellos siguieron produciendo y proveyendo de alimentos a la mesas de las poblaciones que se encontraban en aislamiento.
«Contar con un sistema de Salud funcional, es tan importante sostener un sistema alimentario saludable y esa es la motivación que tenemos este año», explicó Meza.
Sostuvo que Paraguay en materia alimentaria ha venido reduciendo, si bien de manera lenta pero sostenida, el número de personas en situación de subalimentación a la fecha la FAO calcula que el 8,8% de la población paraguaya que se encuentra en ese margen.
«No se va a alcanzar el objetivo de acabar con el hambre hasta el 2030, pero por lo menos tiene una tendencia hacia una reducción que es contraria a lo que está sucediendo en el contexto más global y eso es significativo en este momento», resaltó.
Otro de los puntos que a la FAO preocupa actualmente en cuanto a la alimentación en el Paraguay es la nutrición y cuando se ven los datos de prevalencia de sobrepeso entre los niños menores de cinco años, al 2019 se calcula que el 12,4% de los niños menores de cinco años tienen sobrepeso y el problema más grave está en la población adulta mayor de 18 años que tiene niveles de obesidad del 20,3% o sea uno de cada cinco de los paraguayos se encuentra en situación de obesidad cuya tendencia se manifiesta creciente.
Sobre este último punto manifestó que ello va directamente relacionado con al disponibilidad de alimentos saludables y nutritivos, y por ello este año el lema es la de transformar los sistemas alimentarios para tener dietas más asequibles.
«En Paraguay si se consideran tres tipos de dietas, tenemos la dieta enérgica, la dieta saludable y la dieta saludable-enérgica, esta última es la optima, el valor de la misma en Paraguay de manera diaria y por habitante cuesta cerca de 4 dólares (25.000 guaraníes aproximadamente) y el problema radica en que el 18% de la población no tiene acceso a una dieta saludable porqué no puede costearla», reconoció.
Y a esto se le suma que la población paraguaya no cuenta con un hábito saludable de alimentación, que se da por la subalimentación o la falta de alimentos, entonces existe esa doble cara en la nutrición la subalimentación y la obesidad o sobrepeso.
Para poder sobrellevar esta situación refirió que la FAO plantea una serie de políticas e inversiones orientadas a reducir el costo de los alimentos nutritivos y otro sector irá orientado a fomentar al consumidor a que tenga una dieta más saludable o un conjunto de dietas complementarias adicionales.
Agregó que las políticas e inversiones orientadas a reducir el costo de los alimentos nutritivos busca el aumento de la productividad agrícola ya que más del 60% de los alimentos son producidos mediante la agricultura familiar campesina y en ellos hay que fomentar para que produzcan más frutas, verduras y hortalizas.
Sostuvo que también es de suma necesidad incentivar a la investigación, innovación y extensión que nos permita contar con un enriquecimiento de los alimentos como lo hacen en otros países como Brasil con el arroz que le permite aportar mayores nutrientes.
A la par dijo que es necesario el incentivar las inversiones de más largo aliento como por ejemplo la red de carreteras e infraestructura de transportes y de mercados que permitan llegar hasta los agricultores familiares y poder sacar esa producción al mercado nacional por medio de un comercio intensivo de mayor diversificación y mejor escala.
Dijo que hay que evitar que los alimentos pocos nutritivos lleguen a los consumidores o que sean ampliamente consumidos y que ello implicará que los mismos sean vendidos a un precio mayor cuando sean menos nutritivos a modo de desalentar su consumo o que el mismo se dé a menos escala.
«Otro de los métodos sería el de etiquetar los alimentos procesados de bajo valor nutricional para asegurar que la población sepa lo que está consumiendo, no es prohibir la compra sino que el consumidor pueda decidir más rápidamente que es lo más adecuado para su salud», finalizó el representante de la FAO.