Asunción, IP.- El director de la carrera de Ciencias Atmosféricas de la Facultad de la Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Benjamín Grassi, contó la experiencia que vivió cuando tuvo la oportunidad de conocer a la única mujer submarinista que subcomandaba el desaparecido submarino Ara San Juan, Eliana María Krawczyk, de quien destacó su alto nivel de preparación profesional.
El meteorólogo y climatólogo, Grassi comentó en comunicación con Radio Nacional del Paraguay que tuvo la posibilidad de compartir con la sub comandante Krawczyk en la campaña «Antártica Argentina» en el 2010, una misión científica a la que fue invitado para participar como investigador.
“Es la única mujer submarinista de América Latina, realmente es meritorio ya que en la marina se vive en condiciones extremas, sobre todo para desenvolverse en los mares que casi siempre estuvo reservado para los hombres, pero que hoy hay mujeres que han logrado llegar, y es una de ellas, mantenemos las esperanzas de que puedan volver”, mencionó Grassi.
Destacó que «el profesionalismo de esa gente es increíble» ya que esas misiones requieren una formación técnica y una preparación física y mental muy exigentes. «Estar preparado para estas acciones, estar en el mar son situaciones de alto riesgo, a mí me toco convivir con ellos un periodo de tiempo importante”, recordó.
Agregó que los integrantes de estas misiones son todos exclusivamente militares pero preparados científicamente. “En aquel momento también tuve el privilegio de viajar en el buque ARA Canal Beagle, que es una nave que lleva la asistencia a las bases, el reaprovisionamiento, retirar los desperdicios y renovar el personal para todo el tiempo que dure”, dijo.
Explicó que en ese entonces, en ese tipo de buques, había 3 o 4 mujeres marinas de la Armada Argentina.
“Cuando me enteré de la desaparición del ARA San Juan, y cuando veo la lista de tripulantes y encuentro el de la teniente de navío, me quede sorprendido por encontrar su nombre, el de uno que para mí fue conocido, realmente es una emoción particular. Lo único que quiero es que esa tripulación pueda volver, que se encuentren sanos”.
Resaltó que esos momentos vividos durante la expedición científica “fueron experiencias únicas, lo que uno vive son momentos únicos, quizás ya no lo viviría jamás”.
Enfatizó que ante estos eventos, uno solo puede pensar que “la naturaleza tiene una fuerza, el hombre no tiene posibilidad de enfrentar la fuerza de la misma, en los mares esa zona del atlántico sur, el mar es tan bravo que tiene olas de 3 a 6 metros de altura, la fuerza es grande”.
Igualmente citó la experiencia vivida hacia zonas más australes como a Antártida donde ves todo un continente blanco. «Es hermoso, pero la percepción que uno tiene es que a cada paso se puede dar un peligro, eso significa que uno no está en una condición natural del ser humano, se está en condiciones extremas, donde exige tomar las precauciones”, dijo.
Destacó que fue un intercambio de experiencias muy importante. “Me miraban raro, porque claro, yo tenía la peculiaridad que venía de un país sin mar, fue una experiencia muy importante conocer a esa gente y de Eliana, en algunas fotos coincidimos, compartíamos en grupo, la verdad entristece lo que está pasando”, concluyó.