Asunción.- La selección de fútbol de Paraguay debe recuperar la identidad de equipo aguerrido acostumbrado a «defender el cero» para ganar respeto y mejorar su posición en el continente ya que no está en condiciones de desarrollar un juego bonito, dijo el nuevo cuerpo técnico encabezado por el argentino Ramón Díaz. En una entrevista con Reuters, Díaz y su hijo y asistente técnico, Emiliano, apoyaron la tradición defensiva que marcó la trayectoria de la «albirroja» en sus años de esplendor y abogaron por retomar ese camino.

«Primero la solidez defensiva. Que todo el grupo defienda, sepa cómo defender, manejar la pelota», explicó Díaz, ex entrenador de River Plate quien asumió la conducción del equipo en diciembre para los próximos cuatro años.

«Brasil se defiende muy bien con Dunga, antes venía de jugar un juego lírico y fue un desastre en el Mundial y hoy nuevamente recuperó esa solidez defensiva que se necesita para armar un equipo», agregó.

Emiliano Díaz fue más terminante al asegurar que Paraguay nunca tuvo un juego bonito, ni lo tendrá con este cuerpo técnico.

«A todos nos gusta atacar, a todos nos gusta ser protagonistas. Hoy consideramos que estamos lejos de eso. Si la gente o el periodismo pretenden que seamos el Bayern no lo vamos a ser. Vamos a tratar de considerar siempre defender el cero», sostuvo por su parte.

Díaz debutó con Paraguay a finales de marzo en dos encuentros amistosos ante Costa Rica (0-0) y México (0-1) y aunque no obtuvo un buen resultado en el marcador, dijo que avanzó al lograr un desempeño colectivo más o menos óptimo.

El DT, de 55 años, buscará consolidar ese acercamiento y trabajar en la solidez defensiva cuando el grupo se reúna para la Copa América que arrancará en junio en Chile y en la que Paraguay enfrentará a Argentina, Uruguay y Jamaica en la primera fase. «Todos queremos y tenemos expectativa de ganar la Copa América, ganar con cinco goles a Argentina, cinco goles a Uruguay, a todos, pero para todo eso se necesita un proceso y un armado», dijo Díaz en la entrevista en las oficinas de la Asociación Paraguaya de Fútbol, en la periferia de Asunción.

«No hay que crear falsas expectativas porque las frustraciones después son grandes. Para todo se necesita tiempo y un proceso. En cuatro meses no podemos hacer lo que no se ha armado en seis o siete años para atrás. Se necesita tiempo y trabajo», aseveró.

La Copa América será una dura prueba para Paraguay, que busca con Díaz superar una crisis de varios años. El equipo es considerado en la actualidad uno de los de peor desempeño en Sudamérica tras disputar una pésima eliminatoria y quedar fuera de un Mundial luego de 16 años al no ir a la Copa de Brasil 2014.

El último torneo en el que brilló fue la Copa América de Argentina 2011, cuando perdió la final con Uruguay bajo la dirección del también argentino Gerardo Martino. Paraguay ocupa hoy el puesto 81 en la clasificación de la FIFA, por debajo de selecciones como Haití o Burkina Faso.

Pensando en el Mundial de Rusia 2018, Díaz comenzó a trabajar coordinadamente con los equipos de las selecciones sub-17 y sub-20, buscando jóvenes promesas a quienes probar para poner en marcha el recambio que sus antecesores no lograron llevar a cabo.

«El recambio viene solo. No viene bruscamente porque no te sirve. Estos grandes jugadores que tenemos encaminan a los más jóvenes como pasa en cualquier proceso. Esto necesita un trabajo, un trabajo que acá no se hizo», aseguró.