Asunción, Agencia IP.- Uno de los desafíos de la epidemia por el COVID-19 fue la dotación de personal capacitado para las áreas críticas, como el caso de terapias intensivas en donde existe un poco cantidad de profesionales médicos con esta especialidad.
El viceministro de Salud, Julio Rolón, indicó que históricamente no hay muchos terapistas en todo el país, debido a que pocos estudiantes eligen esta especialización y porque no hay muchas plazas. El número a nivel país está entre 70 y 100.
Debido a esto, el Ministerio de Salud lanzó en el mes de abril un curso acelerado para la atención en terapia intensiva, dirigido a profesionales de enfermería y médicos con alguna especialidad relacionada a las terapias.
El objetivo es preparar a personal para su incorporación en los equipos que lideren los terapistas a nivel país, en caso de que sea necesario ante un aumento importante de casos de COVID-19.
La primera convocatoria de este curso fue de 1.500 plazas para enfermería y 500 para médicos. Tuvo lugar a mediados de abril con apoyo del programa Becal que cubrió la totalidad de las capacitaciones.
El viceministro adelantó que el Ministerio analiza incentivar esta especialización, sea con una ayuda económica a los estudiantes que ejerzan esta rama o garantizarles la ocupación de un espacio laboral, manifestó en el espacio de #PyEn15.
Aumento de camas
El viceministro también se refirió a la meta de contar con 200 camas más en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) por la emergencia sanitaria. El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, manifestó ayer martes que se cuentan actualmente con 423 camas en UTI, de las cuales un 50% están ocupadas por patologías ajenas al COVID-19.
Con la adquisición de más respiradores, a través de una compra internacional y una donación, se podrá aumentar la oferta de camas en previsión para un aumento de casos de la enfermedad, agregó.
El viceministro aseguró que las medidas de cuarentena permitieron detener la propagación del virus respiratorio y fortalecer al sistema de salud. No obstante, recordó que una flexibilización en las medidas puede llevar a un aumento masivo de casos y allí no existe sistema de salud que soporte tal demanda, como lo demostraron países de primer mundo, indicó.